martes, 27 de mayo de 2008

Prohibido ser obstinado

Desde Mayo de este año, rige en Catamarca la ley que no permite fumar en lugares públicos, ni en bares, ni en confiterías.
No hay lugar para fumadores, ni nada. Lisa y llanamente, no se puede fumar.
Soy fumador.
Y en nuestra querida mesa de café, post trabajo...se hizo sentir la ausencia de nuestra ración de humo.
Y aqui viene lo que me sorprendió: no nos quejamos. No se quejó nadie.
Sencillamente, optamos por cumplir con la ley. No se fuma aquí. Punto.
Pasé por otros lugares, y el resultado fue el mismo. No se fuma aquí.
Y de verdad que me sorprendí gratamente. De pronto, los incivilizados norteños, pasamos a cumplir de inmediato con lo que la ley manda.
¿Y porqué?
Porque era razonable, porque en un ámbito ajeno uno se comporta conforme a las leyes ajenas, pero sobre todo, porque los propietarios de los bares y cafés, nos pidieron de la mejor manera que no fumáramos, principalmente porque las multas los afectan a ellos.
Y honestamente, uno no tiene ganas de perjudicar a nadie. Antes nos atrincherábamos en el sector no fumadores, cerca de los ventanales bien abiertos. Ahora, salimos a fumar a la calle.
No tenemos derecho a discutir nada. No hay derecho a la obstinación. Fumar nos hace daño y fumar en un ámbito cerrado, hace daño no solo a nosotros.
Fin de la discusión.
Me dio la impresión de que en ese comportamiento tan civilizado, había material para analizar otras cosas.
Cuando uno conduce el auto, si ve un uniformado cerca , normalmente tiende a bajar la velocidad.
Un gran amigo mío vive en Berlín y me contó que tuvo un mal rato porque se pasó del límite de velocidad (creo que se podía conducir a 40 km por hora, y él iba a 55). Una falta leve. Y que la sanción fue esta: una multa por 25 euros.
Considerando que él gana en euros, bien se puede decir que sería un equivalente a una multa de 25 pesos aqui.
Bastante barata. Y por eso la pagó calladito. Pagada la multa, queda en el registro seis meses y si no comete nuevas infracciones, se elimina el antecedente.
Me pregunto si no será esa la vía para que las normas sean más efectivas: o sea, la enunciación de la norma visible, la presencia del que la debe hacer cumplir, y una sanción que represente que conviene más pagar la multa que ir a cuestionarla judicialmente.
Pareciera ser que el problema del incumplimiento de las leyes, tiene más que ver con los que las sancionan que con los obligados a cumplirlas.

1 comentario:

MartinRRRR dijo...

Si, si, te entiendo perfectamente, acá las leyes se hacen cumplir los primeros dos días.
Es como que está imbuido en nuestra idiosincrasia no respetar.

Saludos.